111. Harta de todo

Los siguientes días pasaron sin que nos dirigiesemos la palabra... Estaba enfadada con él, tremendamente furiosa.... Tenía la cara de besarme y ¿ después decir que no le había gustado? Nadie iba a convencerme de lo contrario.. si me besó estaba claro que era por algo... por mucho que no quisiera reconocerlo, pero me daba igual.... Quería ahorcarle!!!


Aquella tarde había quedado con Sonic, mi pierna ya estaba recuperada y pese a que todavía me dolía un poco no me apetecía quedarme en casa y menos con él.... Salimos a dar un largo paseo y después cenamos en un precioso restaurante italiano. La velada era perfecta, por lo menos había logrado olvidarme un poco de aquel maldito beso... ¿Pero qué digo? Ni que a mi me hubiese importado!!


"Estás muy callada esta noche... ¿en que piensas?" Preguntó Sonic

"En nada!" Respondí rápidamente

“¿Segura?” Insistió

“Que si.... ¿Quieres dejarme ya?” Grité

“Tranquila... yo..”

“Tu tu tu y siempre tu.... Los erizos os creéis mejores que nadie.... Pues ¿adivinas que? No lo sois!!” Grité


Me marché de allí, dejando a Sonic con cara de tonto después de aquella extraña conversación.... No quería volver a casa, mi mal humor era exagerado.... tenía ganas de pegarle a alguien de... de.... Un momento.... ¿y ese ruido? Caminaba por aquel oscuro callejón cuando me encontré con uno de esos robots de Eggman, de hecho el único que había logrado escapar tras la trampa tendida por la pandilla...

“Hoy es tu día de suerte.... vas a probar mi mal humor” Dije acercándome a él


Comencé a pegarle martillazos, fuertes puñetazos, patadas, técnicas caos, de todo.... Creo en de haber sentido deseos, en aquel momento el robot hubiese deseado no haberse cruzado en mi camino... Cuando terminé con él parecía una lavadora de lo aplastado que estaba. Me agaché y cogí la esmeralda que tenía en su cabeza....


“Maldito beso.... y nisiquiera le importa..... Me vengaré... o me dejo de llamar Amy Rose” Susurré


Volví a mi casa..... allí estaba él, sentado en el sofá a oscuras. Me asusté un poco cuando encendí la luz y le vi


“¿Y esa esmeralda?” Preguntó

“¿A ti que te importa?”

“ Tranquilízate, ¿quieres?”

“No me digas lo que tengo que hacer... no eres más que un imbécil”

“ Si no te conociera pensaría que te desagrado...” Dijo con media sonrisa

“¿Qué te hace pensar que me agradas? Dejame en paz, no quiero hablar contigo”

“Si, por lo que veo prefieres hacer otras cosas conmigo...”


No lo soporté más, le pegué un fuerte puñetazo en el mentón... Este contestó con otra de sus sonrisas irónicas.... Volví a tratar de pegarle de nuevo pero agarró fuerte mi mano, esta vez se defendió y, tratando de soltarme de su agarre caí al suelo... haciendome daño contra la mesa.... La expresión de su rostro cambió repentinamente y se agachó a ayudarme..


“No me toques..... No te acerques a mi...” Grité con las lágrimas casi en mis ojos


Me encerré en mi habitación, dando un portazo tras de mi.... para tumbarme después en la cama llorando... ¿por que se portaba así? ¿Por qué me había besado? ¿acaso solo quería burlarse de mi? Lo peor.... lo realmente malo era que aquel maldito erizo me gustaba....