72. El templo de Fuego

Con los primeros rayos del sol nos levantamos y emprendimos el camino, entrando en una cueva. Omega iba delante alumbrando nuestro camino. Las paredes se notaban húmedas y estaban cubiertas por un extraño musgo verde.

Después de un rato de caminata, llegamos a un lago subterráneo, que tuvimos que atravesar buceando para llegar al otro lado. Desde allí pudimos ver luz proveniente del exterior, por fin habíamos llegado al final de la cueva. Desde allí pudimos ver una enorme selva que se abría ante nosotros y al fondo un gran templo de piedra. Nos descolgamos por una cuerda y comenzamos a caminar hacía allí, en silencio, contemplando la extraña naturaleza que nos rodeaba

Por fin llegamos al templo, una enorme base con escaleras se erguía ante nosotros, después de un rato subiéndolas llegamos a la entrada, Era de piedra, con un gran símbolo de un sol en la parte superior. Tenía una belleza siniestra...

Nos adentramos en su interior, la primera sala estaba llena de antiguas estatuas de mármol y vasijas con extraños grabados. No sabíamos con exactitud donde se encontraba lo que buscábamos, debimos bajar como 5 pisos hasta llegar a un lago pasillo iluminado por antorchas, al fondo había una puerta de piedra con un símbolo de un sol. Tratamos de empujarla pero fue inútil...

"Ven aquí" Me llamó Shadow

Me acerqué a él, este se agachó y tiró de mi hacia abajo, rodeandome con sus brazos e invocando después un escudo caos. Una bola de energía amarilla nos rodeó al instante.

"Omega, listo" Dijo el erizo

"Iniciando protocolo de emergencia.... explosión en 3... 2...1...."

El robot comenzó a disparar con su cañón de rayos, haciendo que la gruesa puerta explotase en mil pedazos. Hundí mi cabeza entre los brazos de Shadow, temiendo lastimarme, el no se movió.... Cuando la nube de humo y polvo se fue disipando, el escudo caos desapareció y nos levantamos y caminamos hacia el interior de la sala.

Era una estancia redonda, en el centro había un pedestal de mármol con un objeto brillante. Rodeándolo había un lago de ardiente lava y un pequeño puente colgante que no parecía muy seguro, de hecho no lo era... Shadow pudo comprobarlo cuando, después de poner el pie en el primer escalón, la madera quebró; por suerte Omega logró cogerle antes de que cayese...

"Genial... lo que nos faltaba..." Gruñó enfadado

"Yo lo cogeré" Dije

"¿Tú?"

"Si... yo...." Dije frunciendo el ceño

"Venga... seamos realistas... el más rápido soy yo y aun así mira... casi me caigo"

"Serás rápido, pero en inteligencia te supero..."

"¿Tu crees?" Dijo molesto

"Si.... A ver listillo... ¿no se te ha ocurrido pensar que YO peso bastante menos que tú y que, por tanto daré llegado sin que rompan las maderas?"

"Shadow, tiene razón." Interrumpió Omega

"Grrr... adelante entonces, a ver si sabes hacer algo aparte de hablar..."

"Cállate y aprende"

Puse un pie en el segundo escalón, el puente se movió pero la madera siguió intacta. Fui caminando lentamente hacia el pedestal, una vez allí miré a Shadow y le saqué la lengua. Cogí aquel amuleto entre mis manos, era un extraño colgante en forma de sol con una cadena de oro. Lo metí en mi bolsillo y regresé a donde estaban ellos. El erizo negro no dijo nada, supongo que había herido su orgullo de macho...

Cuando salimos del templo una multitud nos miraba....