273. El principio de una vida juntos

Dos fantásticas semanas terminaron y tuvimos que volver a Mobius. Pero ya nada era igual... obviamente íbamos a irnos a vivir juntos... aunque todavía no habíamos decidido si en su casa o en la mía... ambas eran distintas y ninguno de los dos quería dejar la suya.


Los padres de Sonic, mis suegros... aunque no me gusta usar esa palabra; insistieron en que fuésemos a verles nada más regresas, así lo hicimos. La cena estaba exquisita, aunque no es que tuviese mucha hambre. Todo iba bien hasta que Manic sacó el tema...

"¿Y donde tenéis pensado vivir?" Preguntó el erizo verde

"Aún no lo hemos decidido..." Dijo Sonic

"Pues ya va siendo hora..." Dijo Manic

"Tu padre y yo lo teníamos todo previsto.. por eso os hemos preparado una sorpresa" Dijo la madre

"¿Una sorpresa? ¿Qué es?" Preguntó Sonic

"Mañana lo sabréis..." Dijo el rey

Era tarde cuando nos fuimos a dormir, en la antigua habitación del erizo azul. Me hizo gracia aquello... lleno de trofeos de la escuela y posters de música y, aunque la cama no era de matrimonio, dormimos allí, bien pegaditos. A la mañana siguiente, Sonia nos vendó los ojos y nos subimos en un coche... tras un largo rato este se detuvo y nos ayudó a bajar...

"¿Preparados?" Preguntó Sonia

"Si" Respondimos a la vez


Nos quitaron las vendas... ante nosotros había una preciosa casa... elegante pero moderna a la vez... El rey le entregó unas llaves a Sonic y otras a mi..

"Mis queridos hijos... esto es para vosotros..." Dijo con cariño

"Esto es... demasiado.." Exclamé todavía boquiabierta

"Nada es poco para vosotros, además seguro que pronto dejareis de ser los dos solos.." Dijo la reina dandome un abrazo

"Así que ya sabéis lo que hay que hacer" Rió Manic

La casa era realmente bonita... un caminito de adoquines llevaba desde el buzón con nuestros nombres hasta la entrada, una gran puerta de madera de cerezo... La planta baja era inmensa... una cocina decorada en colores vivos con lo último en electrodomésticos, un baño pequeño, un estudio y salón-comedor inmenso... totalmente amueblado a nuestro gusto, pues Rouge y Sonia habían trabajado mucho para ello... Unas elegantes escaleras llevaban al piso de arriba... Un baño grande, una habitación para invitados, dos habitaciones más, un vestidor y la habitación principal... con el cuadro que Eggman nos había regalado en la cabecera de la cama... Arriba había una buhardilla, todavía estaba por decidir que pondríamos allí... en la parte de atrás de la casa había un pequeño jardín rodeado por setos para nuestra intimidad... con una pequeña piscina.